El 3 de abril de 2014, la CIDH inició el proceso para establecer una Relatoría Especial sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales conocida por sus siglas REDESCA. Este proceso culminó en 2017 con el lanzamiento de la REDESCA y la designación de su primera titular, ello, reconociendo la interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos,

La creación y activación de la REDESCA se inscribe en un contexto de cambios significativos dentro del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH). Este proceso refleja una serie de avances jurisprudenciales e institucionales que han marcado profundamente la forma en que se entienden y protegen estos derechos en la región.

Inicialmente, el SIDH dio un paso fundamental en 2012 con la creación de una Unidad dentro de la CIDH enfocada específicamente en los DESCA. Esta iniciativa buscaba responder a la necesidad de dar atención especializada a una categoría de derechos que, históricamente, había recibido menos atención en comparación con los derechos civiles y políticos.

En 2015, se fortaleció el mecanismo de monitoreo de los derechos DESCA a través de la implementación del sistema de seguimiento del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, conocido como el Protocolo de San Salvador.

El Grupo de Trabajo para el Análisis de los Informes Nacionales previstos en el Protocolo de San Salvador (GTPSS) celebró su Primer Período de Sesiones entre el 24 y 26 de febrero de 2015. Este suceso ha sido muy significativo para el estado de los DESCA en la región, ya que marcó el comienzo de la implementación de esta herramienta de seguimiento del SIDH.

Paralelamente, en este periodo, la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) comenzó a permitir la justiciabilidad directa de los DESCA. Este desarrollo jurisprudencial clave fue iniciado con el caso Lagos del Campo vs. Perú en 2017.

Este caso estableció un precedente importante al reconocer la posibilidad de exigir la protección judicial de los DESCA, ampliando el alcance de la justiciabilidad de estos derechos en el SIDH.

Además, la Opinión Consultiva OC-23/17 de la Corte Interamericana sobre Medio Ambiente y Derechos Humanos del mismo año, reforzó la interconexión entre los derechos humanos y la protección ambiental, subrayando la obligación de los Estados de prevenir daños ambientales que puedan afectar los derechos humanos. Este pronunciamiento ha sido fundamental para integrar la dimensión ambiental dentro del marco de los derechos económicos, sociales y culturales.

Estos avances reflejan una tendencia creciente hacia la integración y el fortalecimiento de los DESCA en el SIDH, marcando un camino hacia una protección más amplia y efectiva de estos derechos para el desarrollo pleno de las personas y las sociedades en las Américas.

La REDESCA representa un esfuerzo por especializar y profundizar en la promoción y protección de los DESCA en el ámbito del trabajo de la CIDH, y es un reconocimiento de la importancia de estos derechos para la realización de la dignidad humana en un contexto de crecientes desafíos globales y regionales.

La creación de esta Relatoría Especial ha reforzado la estructura de la Comisión Interamericana, ampliando su capacidad para promover y proteger los DESCA.

Al establecer una oficina con independencia funcional, un Plan de Trabajo específico, en coordinación con la Secretaría Ejecutiva, la Relatoría puede enfocarse en las áreas prioritarias del hemisferio en esta materia, apoyando el mandato institucional esencial de tutelar los DESCA en el continente.